Las 10 dimensiones de la educación consciente
La propuesta pedagógica de la escuela consciente Terra se basa en acompañar a los alumnos para que liberen todo el potencial innato en relación con las 10 principales áreas de su vida.
La propuesta pedagógica de la escuela consciente Terra se basa en acompañar a los alumnos para que liberen todo el potencial innato en relación con las 10 principales áreas de su vida.
Necesitamos cambiar de actitud para adaptarnos al cambio de era. Solo así podremos sobrevivir y prosperar en el emergente escenario socioeconómico marcado por las innovaciones exponenciales que están trayendo las nuevas tecnologías.
Solemos buscar la abundancia equivocadamente en la dimensión material y económica. Sin embargo, la verdadera riqueza y prosperidad surgen al reconectar con el ser. Es entonces cuando sientes que aquí y ahora tienes lo que necesitas para ser feliz.
Cada vez más personas están quitándose la venda de los ojos, dándose cuenta de que el Estado, las empresas y los bancos no van a seguirse haciendo cargo de sus problemas laborales y económicos.
En el ámbito de las empresas sobran jefes autoritarios y faltan líderes inspiradores. La nueva realidad laboral necesita de personas que sepan desarrollar el potencial, el talento y la creatividad de sus colaboradores.
Hay personas que saben detectar tendencias de futuro que la mayoría no verá hasta que estas se hagan realidad. En muchas ocasiones, estos genios son inadaptados de su tiempo y suelen ser percibidos como charlatanes.
La educación emocional es un fenómeno imparable. Consiste en desarrollar las capacidades y potencialidades innatas que residen en el interior de los niños, facilitando que se conviertan en la mejor versión de sí mismos.
Estamos tan acostumbrados a que nos digan cómo tenemos que pensar y qué tenemos que hacer, que muchas personas suelen someterse sumisamente frente a individuos e instituciones que representan la autoridad.
A pesar del culto contemporáneo al pensamiento lógico y racional, para afrontar el nuevo mundo que se avecina necesitamos explorar nuestra parte más emocional y creativa.
No es nada fácil ser ciudadano en el mundo de hoy, protagonizado por la corrupción política, los fraudes empresariales y las quiebras bancarias. Sin embargo, la queja y la protesta no nos llevan a ningún lado.
El sistema educativo industrial hace años que ha quedado obsoleto. Muchos profesores están quemados y reconocen haber perdido la ilusión por enseñar. Y la mayoría de jóvenes vive la escuela como un mero trámite, carente de sentido.
La adicción al crecimiento económico de nuestra civilización pone en riesgo nuestra supervivencia como especie, tal y como sucedió en la Isla de Pascua, cuyos habitantes arrasaron con la biosfera que posibilitaba su existencia.
Una de las verdades incómodas de nuestro tiempo es que vamos directos hacia el "ecocidio"; es decir, el suicidio ecológico de la humanidad causado por la destrucción de la naturaleza que posibilita nuestra existencia.
Si bien fuimos condicionados para orientar nuestra existencia al propio interés y ser desdichados, cada vez más seres humanos estamos aprendiendo a ser felices, dirigiendo nuestra vida al bien común de la sociedad.
La sociedad moderna se ha construido sobre un sistema monetario basado en el endeudamiento crónico, provocando que el dinero en sí mismo ya no tenga valor y que nuestra civilización sea del todo insostenible.
La ilusión de la democracia consiste en hacernos creer que nuestro poder como ciudadanos consiste en votar cada cuatro años; sin embargo, la cruda realidad es que el poder político está subyugado al poder financiero.
Para comprender el posible desenlace de la civilización occidental es interesante observar de cerca el comportamiento de supersociedades que habitan en la naturaleza como las hormigas, las termitas o las abejas.
Estamos inmersos en un profundo cambio de época, dejando atrás las obsoletas limitaciones de la Era Industrial y abriéndonos al sin fin de posibilidades que ofrece ahora mismo la nueva realidad emergente, denominada "Era del Conocimiento".
El mundo se ha convertido en un gran negocio controlado y regulado por la denominada "Corporatocracia", compuesto por la élite política, empresarial y financiera de la nación más poderosa del mundo: Estados Unidos.
Muchos empleados no creen en lo que hacen. Los jefes, por su parte, se quejan de la falta de motivación de sus colaboradores. Para superar este malestar generalizado es necesario cambiar la cultura de las organizaciones.
Una función profesional útil, la banca ética, el consumo local, el comercio justo y la producción ecológica y orgánica son las opciones más empleadas entre las personas que asumen su parte de responsabilidad.
Una de las ironías de nuestro tiempo es que formamos parte de un sistema económico que necesita que los ciudadanos nos sintamos permanentemente vacíos e insatisfechos para desear siempre más de lo que tenemos.
Cada vez más directivos están dándose cuenta de que ha llegado el momento de cambiar la mentalidad, el liderazgo y la cultura de las compañías que dirigen, devolviendo a la persona al centro de su estrategia.
La sociedad de consumo materialista es completamente ineficiente e insostenible y tiene muchos números de llevarnos al colapso ecológico o "ecocidio", tal como advierten cada vez más economistas y ecologistas.