Por Borja Vilaseca
La propuesta pedagógica de la escuela consciente Terra se basa en acompañar a los alumnos para que liberen todo el potencial innato en relación con las 10 principales áreas de su vida.
La escuela consciente Terra concibe la “educación” como el proceso pedagógico natural que posibilita el desarrollo orgánico de la inteligencia y creatividad innatas de cada niño. Con la intención de liberar todo el potencial que reside en cada semilla humana, nuestro programa pedagógico está compuesto de diez pilares, los cuales tienen en cuenta todas las dimensiones del ser humano, así como de los principales ámbitos en los que se desarrolla su existencia. Se trata de diez tipos de educación que consideramos fundamentales para que los alumnos aprendan a co-crear una vida plena y con sentido en estos momentos de la historia.
Las primeras tres dimensiones (espiritual, emocional y corporal) son hacia adentro; ponen su mirada y atención en el interior del alumno. Es decir, se centran en el autoconocimiento y el desarrollo espiritual, de manera que los niños aprendan a relacionarse consigo mismos (cuerpo, mente y espíritu) así como con los demás y con la vida.
Las otras siete dimensiones (comunicativa, artística, social, emprendedora, financiera, tecnológica y ecológica) son hacia afuera; ponen su atención en el bien común de la sociedad. Es decir, se centran en el desarrollo vocacional y profesional, de manera que los niños aprendan a relacionarse el mercado laboral y el sistema económico, independientemente de cómo estos sean. A su vez, también tiene en cuenta la relación con el planeta del que todos formamos parte, siendo fundamental que los alumnos tengan en cuenta la huella ecológica que su existencia tiene sobre el medioambiente.
Así, la educación consciente da como resultado la «actitud consciente». Es decir, una determinada mentalidad frente a la vida que les permita resolver por sí mismos sus propios problemas y conflictos existenciales relacionados con estas diez áreas de su existencia. A su vez, cultivarán todo el potencial inherente a estas diez dimensiones, de manera que puedan disfrutarlas plenamente.
Dimensión espiritual
El desarrollo de la dimensión espiritual inspira a que el alumno reconecte con su verdadera esencia, aprenda a ser feliz por sí mismo, goce de libertad de pensamiento y descubra su auténtico propósito de vida, de manera que sepa disfrutar de una vida plena y con sentido.
Dimensión emocional
El desarrollo de la dimensión emocional fomenta que el alumno conozca, gestione y regule sus propias emociones, aprendiendo a mantener un dialogo interno amoroso y a relacionarse con sus circunstancias externas de forma pacífica.
Dimensión corporal
El desarrollo de la dimensión corporal posibilita que el alumno aprenda a escuchar y atender las necesidades de su cuerpo (alimentación, ejercicio físico, descanso y sexualidad) de manera que goce de un estado óptimo de salud, energía y vitalidad, sabiendo cómo intimar y conectar con otros seres humanos.
Dimensión comunicativa
El desarrollo de la dimensión comunicativa posibilita que el alumno exprese sus ideas en diferentes idiomas y por medio de distintos canales (oral, escrito, online…), desarrollando su marca personal de forma íntegra y auténtica, de manera que sepa relacionarse con autenticidad, respeto y asertividad.
Dimensión artística
El desarrollo de la dimensión artística permite que el alumno explore y practique diferentes artes, de manera que desarrolle su imaginación, creatividad y autoestima –aprendiendo a creer en sí mismo– y descubra sus intereses, dones, pasiones y talentos innatos.
Dimensión social
El desarrollo de la dimensión social promueve que el alumno cuente con un espíritu colaborativo, cívico y cooperativo, de manera que sepa cómo relacionarse con su entorno familiar y social por medio de valores y principios éticos.
Dimensión emprendedora
El desarrollo de la dimensión emprendedora fomenta que el alumno sepa relacionarse con el mercado laboral de forma responsable y proactiva, teniendo la valentía y la iniciativa necesarias para liderar un proyecto profesional útil, que aporte mucho valor y que esté orientado al bien común.
Dimensión financiera
El desarrollo de la dimensión financiera facilita que el alumno sepa gestionar e invertir el dinero con consciencia e inteligencia, obteniendo ingresos económicos como resultado de generar riqueza para la sociedad sin necesidad de intermediarios, pudiendo así conquistar su libertad financiera.
Dimensión tecnológica
El desarrollo de la dimensión tecnológica posibilita que el alumno sepa adaptarse y prosperar en la emergente era digital (redes sociales, móviles inteligentes, realidad virtual, robótica, inteligencia artificial, blockchain…), empleando con madurez las diferentes herramientas tecnológicas disponibles.
Dimensión ecológica
El desarrollo de la dimensión ecológica fomenta en el alumno el amor y el respeto por la naturaleza –y por todos los seres vivos que forman parte de ella– mediante la observación y el cuidado directo del medio natural, de manera que su existencia deje la menor huella ecológica posible.
Actitud consciente
El desarrollo de estas 10 dimensiones posibilita que florezca la semilla esencial que trae consigo al nacer cada alumno, dando como resultado la manifestación de su propio fruto. También favorece que adquiera una actitud consciente frente a la vida que le permita afrontar con éxito estas diez áreas de su existencia.
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