Los 6 principales resultados insatisfactorios del Eneatipo 3 – Eneagrama
Los «resultados insatisfactorios» son las emociones más habituales que experimentamos en nuestro interior como consecuencia de vivir tiranizados psicológicamente por los defectos inconscientes, los mecanismos de defensa y las reacciones automáticas del ego. El Eneagrama también las denomina «pasiones», cuya etimología procede del latín «patior», que quiere decir «sufrir» o «padecer». Y tienden a manifestarse con tal fuerza e intensidad que en muchas ocasiones nos arrastran a sentimientos y estados de ánimo muy difíciles de gestionar.
En el caso del eneatipo 3, estos son los 6 principales resultados insatisfactorios:
Fracaso. Su mayor temor es ser un perdedor. Paradójicamente, no importa lo mucho haga, lo que mucho tenga ni lo que mucho consiga. Ni siquiera que los demás lo perciban como alguien exitoso o triunfador al que le van de maravilla las cosas. Cuando se para y se permite sentir, tiende a sentirse un fracasado.
Impostura. Cuando se le asigna un trabajo nuevo que requiere de nuevas habilidades y competencias tiende a padecer «el síndrome del impostor». Siente que no está lo suficientemente cualificado ni goza de las aptitudes ni de las cualidades necesarias para ejecutarlo con garantías de éxito.
Infravaloración. Se aprecia muy poco y se infravalora muchísimo. Y movido por su enorme falta de autoestima intenta desesperadamente que los demás lo valoren y lo reconozcan. Pero por más elogios o aplausos que reciba, en lo más profundo de sí mismo se siente menospreciado.
Insustancial. Al poner el foco de atención en la dimensión material y económica, por dentro se siente totalmente vacío y hueco. Se siente como si fuera un maniquí que carece de sustancia, muy superficial. Eso sí, disimula todo lo que puede para que nadie se dé cuenta. Se le da muy bien el postureo.
Vanidad. Le importa demasiado lo que piense la gente, haciendo cosas y dejando de hacer otras para gozar de buena reputación social. Le motiva más ser conocido que alguien que valga la pena conocer. Cuando se siente poco valorado aflora su vanidad, adornando su personalidad con falsos atributos para brillar y sobresalir.
Vergüenza. Dado que lleva una careta puesta y en realidad no es la persona que muestra a los demás, tiene miedo de que descubran su disfraz social. Más que nada porque le da muchísima vergüenza que los demás sepan quien verdaderamente es ⎯y como se comporta⎯ cuando nadie más lo está mirando.