Los 6 principales resultados insatisfactorios del Eneatipo 9 – Eneagrama

Los «resultados insatisfactorios» son las emociones más habituales que experimentamos en nuestro interior como consecuencia de vivir tiranizados psicológicamente por los defectos inconscientes, los mecanismos de defensa y las reacciones automáticas del ego. El Eneagrama también las denomina «pasiones», cuya etimología procede del latín «patior», que quiere decir «sufrir» o «padecer». Y tienden a manifestarse con tal fuerza e intensidad que en muchas ocasiones nos arrastran a sentimientos y estados de ánimo muy difíciles de gestionar.

En el caso del eneatipo 9, estos son los 6 principales resultados insatisfactorios:

Acedía. Siente una frustración existencial ⎯la cual se manifiesta en forma de decaimiento y flojera de ánimo⎯ por saber que no está siendo ni haciendo con su vida lo que podría ser o hacer. También siente un profundo bloqueo interior, el cual lo mantiene inmóvil, paralizado y estancado. Todo le da bastante igual.

Apatía. Padece de apatía y de abulia: carece por completo de energía, motivación, ganas y voluntad, sintiendo un profundo desinterés por conseguir algún objetivo. En casos extremos llega incluso a sentirse muerto en vida, transitando por la existencia como una boya a la deriva sin rumbo ni dirección.

Desconexión. Se siente separado y alejado de los demás. Esencialmente porque está totalmente desconectado de su ser esencial. De tanto intentar conectar, unirse y fusionarse con otras personas ha terminado olvidándose de sí mismo. Esta es la razón por la que no sabe lo que quiere ni lo que necesita.

Irrelevancia. Siente que no es bienvenido allá donde va. Y cuando está rodeado de personas se siente ignorado e insignificante. Piensa que su opinión no tiene ningún valor. Y siente que no merece ni goza de derechos. De ahí que tienda a ser en un escuchador pasivo, evitando decir algo que pueda generar conflicto.

Pereza. Siente mucha vagancia e indolencia. Es adicto al sofá. Y su dejadez le lleva a espachurrarse en él durante horas. No tiene motor interno y se mueve a remolque de los demás. También es perezoso espiritualmente, evitando hacerse preguntas trascendentes acerca de cuál es el verdadero sentido de su existencia.

Resignación. Vive en un estado de permanente resignación, sintiendo que no hay nada que dependa de él para cambiar su situación. De tanto anularse y amoldarse, finalmente explota. Y cual volcán en erupción, estalla con una fuerza descomunal, sacando la rabia y la agresividad que llevaba tiempo reprimiendo en sus entrañas.