¿Cómo se descentra el Eneatipo 2? – Eneagrama
El «descentramiento» es un movimiento psicológico que posibilita la saturación y el cuestionamiento de nuestra personalidad. Y deviene reactivamente cuando atravesamos una situación de estrés y desequilibrio prolongada como consecuencia de habernos empachado del ego de nuestro eneatipo principal. Es entonces cuando de forma inconsciente ⎯y a modo de amortiguador psicológico⎯ empezamos a adoptar alguno de los patrones egocéntricos de pensamiento, sentimiento y conducta de los eneatipos con los que estamos conectados por medio de estas líneas. En algunos casos, podemos llegar a expresar estos comportamientos de una forma todavía más sombría e ignorante que los eneatipos a los que pertenecen.
No en vano, este proceso nos lleva a conectar con el lado más oscuro de los eneatipos a los que nos descentramos. Y actúa como una válvula de escape encaminada a desahogar temporalmente toda la presión y el malestar acumulados por seguir las estrategias inconscientes dictadas por el ego nuestro eneatipo principal. Eso sí, en caso de perpetuarnos en el victimismo puede provocar que de pronto lo veamos todo negro, llevándonos al borde de la depresión e incluso del suicidio. De ahí que este descentramiento sea una invitación a la autocrítica y una llamada al despertar. Si aprovechamos estos momentos de dolor y sufrimiento para crecer espiritualmente podemos tomar consciencia de que la manera en la que hemos venido pensando, sintiendo y actuando es profundamente nociva y equivocada.
El descentramiento del Eneatipo 2
El eneatipo 2 cuando se empacha de su propio ego puede descentrarse al eneatipo 8, conectando con la sensación de vulnerabilidad e indefensión. Al no ver sus necesidades satisfechas, conecta con la rabia, convirtiéndose en un monstruo irreconocible que emplea la agresividad para saldar cuentas. A su vez se vuelve mucho más dominante y controlador, tratando de imponer su voluntad por la fuerza. También se siente culpable por el daño que ha hecho a otros, sintiendo que no merece ser amado por ellos. Para profundizar más acerca del descentramiento ⎯y también de su lado oscuro⎯, es muy recomendable que interiorice la información relacionada con el ego del eneatipo 8.
El eneatipo 2 también puede descentrarse al eneatipo 4, conectando con la sensación de rechazo e inferioridad. En este caso se vuelve mucho más egocéntrico, montando dramas para llamar la atención y obtener lo que quiere de los demás. También tiende a volverse adicto a la melancolía, compadeciéndose de sí mismo con la esperanza de recibir algo de cariño. Y al sentir que le falta algo esencial para poder ser feliz se compara con la gente que le rodea, sintiendo envidia por quienes tienen lo que él anhela. Para profundizar más acerca del descentramiento ⎯y también de su lado oscuro⎯, es muy recomendable que interiorice la información relacionada con el ego del eneatipo 4.
De este modo, para iluminar su propia sombra el eneatipo 2 ha de iluminar e integrar la sombra de los eneatipos 8 y 4, compartiendo muchos rasgos en común con estos dos tipos de personalidad.