Los 3 niveles de desarrollo en el Eneagrama

En el Eneagrama también existen «los niveles de desarrollo», según los cuales cada eneatipo puede experimentarse de forma «insana», «media» o «sana». Si bien nuestro eneatipo principal no cambia a lo largo de la vida, nuestro nivel de desarrollo espiritual sí que provoca cambios considerables en la forma en la que nos relacionamos con él. Así, el Eneagrama cuenta con una «dimensión horizontal», que tiene que ver con la descripción psicológica de los nueve eneatipos. Y con una «dimensión vertical», la cual mide nuestro grado de identificación con el ego, así como nuestro nivel de consciencia.
A modo de ejemplo, no tiene nada que ver un eneatipo 2 insano (orgulloso, dependiente y manipulador) que un eneatipo 2 sano: humilde, libre y amoroso. Si bien ambos comparten a grandes rasgos la misma estructura de personalidad, los resultados emocionales que cosechan uno y otro son antagónicos. Es tan distinto lo que piensan, sienten y hacen que a priori no diríamos que ambos comparten el mismo eneatipo. Sin embargo lo único que es diferente ⎯y mucho⎯ es su nivel de desarrollo espiritual.