‘Amoramigos’, una nueva forma de vincularse sexoafectivamente

La sexoafectividad es una de las grandes necesidades esenciales del ser humano. En ella se incluye el amor, el sexo, el cariño, el afecto, la ternura y sobre todo la conexión íntima entre dos seres que se desnudan física y emocionalmente para compartirse enteramente sin máscaras ni corazas. De hecho, para vivir una vida feliz y plena es fundamental satisfacer esta necesidad de forma saludable. Lamentablemente, el ego suele corromperla mediante el apego insano, las expectativas irreales, los celos patológicos y los conflictos neuróticos. Prueba de ello es que muchas relaciones de pareja terminan degenerando con el paso del tiempo, convirtiéndose en disfuncionales y tóxicas debido a la dependencia emocional.

El quid de la cuestión es que la sexoafectividad se ha venido relacionando casi exclusivamente con el modelo de pareja convencional, el amor romántico y la monogamia normativa, las cuales han colonizado el inconsciente colectivo de la sociedad. Si bien para algunas personas este formato es válido y satisfactorio, durante décadas cada vez más individuos han estado explorando otras formas más casuales de relacionarse. Prueba de ello son los “rollos de una noche”, los “follamigos” o los “amigos con derecho a roce”. En esta categoría también se incluye las “infidelidades”, las cuales están a la orden del día… En fin, todas ellas buscan satisfacer la necesidad de afecto y sexo sin las exigencias de una relación exclusiva.

Sin embargo, estas formas de vinculación a menudo se quedan cortas para aquellos que anhelan una conexión más profunda de intimidad emocional sin caer en las estructuras tradicionales de pareja. Aquí no estamos hablando de “relaciones abiertas” o “poliamor”, las cuales parten de una relación principal (la pareja), desde la que se construyen otro tipo de vínculos con mayor o menor intensidad emocional. Lo que vengo a proponer brevemente en este artículo es una nueva manera de vincularnos sexoafectivamente. Y es para todos aquellos que -por los motivos que sea- no quieren tener pareja pero anhelan construir vínculos (en plural) de calidad sin firmar ningún acuerdo de exclusividad, tal y como pasa con las relaciones de amistad. Señoras y señores, os presento a los “amoramigos”.

¿Qué es un “amoramigo”?

Un “amoramigo” es una forma de relación que se construye sobre una base sólida de amistad, donde el vínculo emocional va mucho más allá de una simple conexión sexual. Ambos integrantes comparten intimidad de manera libre, amorosa y consciente -con responsabilidad afectiva-, pero sin los condicionantes de una relación formal de pareja. A diferencia de los “follamigos” -cuya relación se enfoca principalmente en el disfrute físico-, el “amoramigo” combina una conexión emocional profunda con una experiencia sexual amorosa y respetuosa. A su vez, se diferencia de los “amigos con derecho a roce” en el sentido de que estos cruzan la línea sexual de tanto en tanto, a la espera de establecerse en una relación de pareja más formal con otras personas. Es algo que sucede de forma accidental y circunstancial. En cambio, los “amoramigos” crean dicho vínculo de forma deliberada e intencional.

Por otro lado, los “amoramigos” no buscan satisfacer necesidades desde la carencia o la obligación, sino que se comparten desde la plenitud de dos individuos maduros que han conquistado su solitud y se encuentran en libertad. Se trata de disfrutar del presente sin la presión de un futuro compartido, ni la angustia por miedo a la pérdida que muchas veces acompaña las relaciones convencionales. Los “amoramigos” no buscan “poseer” ni “controlar” al otro, sino que celebran la independencia de cada uno y el placer de encontrarse en un momento dado, con autenticidad y sin ataduras, tal y como sucede con el resto de nuestros amigos. Esto lo convierte en un tipo de relación único, donde la honestidad brilla con luz propia, pues al no poseerse, ambos miembros se alegran de las alegrías del otro aunque estas no les incluyan.

Los “amoramigos” se nutren del respeto mutuo, la comunicación abierta y la conexión profunda que va más allá del sexo. Puede incluir gestos de cuidado, apoyo emocional y compartir experiencias de vida, pero sin las exigencias que a menudo acompañan a una relación de pareja tradicional. Este tipo de vínculo sexoafectivo promueve la independencia emocional y evita las dinámicas de poder que muchas veces acompañan los vínculos más convencionales. Y lo mejor de todo es que -bien llevada- la “amoramistad” es fuente de verdadera felicidad, disminuyendo la posibilidad de padecer sufrimientos y perturbaciones innecesarios. Al ver al otro como un amigo -y no como una pareja- la dinámica relacional deviene mucho más funcional y satisfactoria, manteniendo al ego a raya. Por todo ello, estoy absolutamente convencido de que en 50 años habrán muchos más vínculos de “amoramigos” y muchas menos relaciones de pareja. Maktub.

Nota del autor:
“Amoramigos” es un término acuñado por Borja Vilaseca, quien lo concibió el pasado 8 de octubre de 2024 como una nueva forma de definir las relaciones sexoafectivas basadas en la libertad, la autenticidad y el respeto mutuo. Con este concepto, Vilaseca pretende ofrecer una alternativa a los modelos convencionales de pareja, invitando a las personas a experimentar conexiones más conscientes y sin las limitaciones de la exclusividad o las expectativas sociales tradicionales.

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