Las once principales cualidades esenciales del Eneatipo 8 – Eneagrama

Las «cualidades esenciales» son las actitudes, conductas, fortalezas, habilidades, dones y talentos innatos que manifestamos de forma natural cuando vivimos conectados con el ser esencial y estamos guiados por la motivación trascendente. También son la manera consciente, sabia y proactiva con la que respondemos a determinados estímulos externos, permitiéndonos así preservar nuestro bienestar interno.

Las 11 principales cualidades esenciales del eneatipo 8 son:

Benevolencia. Tiene la capacidad de no corromperse al ocupar puestos de liderazgo, poder o autoridad. Es alguien completamente benevolente y servicial, que muestra buena voluntad hacia aquellas personas que están bajo su cargo. Le mueve hacer el bien con mayúsculas y su afán es siempre constructivo.

Fortaleza. Tiene una fuerza interior descomunal. Es capaz de afrontar y sobreponerse a cualquier situación adversa que le depare la vida. En dichas circunstancias se crece, sacando lo mejor de sí mismo. En momentos difíciles se convierte en una roca sobre los que los demás pueden apoyarse.

Intuición. Está muy conectado con su cuerpo en general y con sus entrañas en particular. Tiene muy buena intuición y sigue a su instinto a la hora de tomar decisiones importantes. Es un detector de mentiras humano: tiene un talento especial para ver la verdad oculta tras cualquier falsa apariencia.

Justicia. Es una persona justa que aborda los conflictos con ecuanimidad e imparcialidad y para quien el fin no justifica nunca los medios. En caso de equivocarse y perjudicar otra persona, enseguida hace lo necesario para redimirse, reparando el daño hecho para restaurar la armonía en la relación.

Liderazgo. Es un líder nato. Al haber aprendido a liderarse internamente ⎯venciendo sus miedos y mostrándose auténtico⎯, es capaz de liderar a otros sirviéndoles con genuina humildad. Y emplea la enorme influencia que tiene sobre el resto de la gente para que saquen lo mejor de sí mismas y hagan el bien.

Magnanimidad. Es una persona magnánima: tiene una alma grande y un espíritu elevado que le permiten trascender sus necesidades y deseos egoicos. Suele orientar su existencia a fines buenos, positivos y valiosos para otros seres humanos, sin importar el precio personal que tenga que pagar por ello.

Magnestismo. Tiene una presencia muy imponente que infunde mucho respeto entre quienes lo rodean. También desprende un magnetismo brutal que provoca en los demás una fuerte e irresistible atracción física y sexual hacia su persona. Mira fijamente a los ojos cuando habla y su mirada transmite seguridad y ternura.

Poder. Es una persona empoderada que goza de mucha voluntad y determinación para conseguir cualquier cosa que se proponga. Eso sí, de forma pacífica. Le motivan mucho los desafíos que le posibilitan superarse a sí mismo. Y utiliza su poder para beneficiar e influenciar positivamente a quienes le rodean.

Protección. Le sale de forma natural cuidar y proteger a sus seres queridos en momentos de necesidad. Siente un genuino interés por defender a las personas más desfavorecidas y desvalidas, así como liberar a las que siguen oprimidas. Y planta cara a quienes explotan a otros seres humanos.

Soberanía. Es totalmente soberano y dueño de sí mismo. No reacciona, sino que responde de forma consciente, libre y voluntaria, ofreciendo siempre su mejor versión al interactuar con los demás. Nada ni nadie pueden someterlo ni esclavizarlo. Y hace lo posible por contribuir a que los demás vivan en libertad.

Ternura. Se asemeja mucho a los cangrejos en el sentido de que ⎯si bien parece duro por fuera⎯ en realidad es muy blandito por dentro. Lo cierto es que es extremadamente dulce y tierno con sus familiares y amigos cercanos. Y en la intimidad es muy mimoso: le encanta dar y recibir muestras de cariño.